sábado, 4 de febrero de 2012

A 12 años del fallecimiento de Guillermo, un material imperdible


Entrevista a Guillermo Estévez Boero a 25 años de la fundación del Partido Socialista Popular

Publicación “VALOR HUMANO” (AÑO 1997) - PSP Ciudad de Buenos Aires

¿Cómo nace el PSP?

A pesar de los esfuerzos organizativos y de los aportes teóricos realizados por Juan B. Justo, el accionar de los socialistas en nuestro país no pudo sobrepasar la barrera de las reivindicaciones sociales. En este campo su obra fue trascendente y engrandecida a partir de 1904, con el aporte de Palacios, quien comenzó la construcción de aquel nuevo derecho que se constituyó en el derecho del trabajador.
Pero este avance social careció de un proyecto nacional empujado por el socialismo, que no pudo superar las consecuencias y los efectos de esa ausencia. Es así que amplias capas de trabajadores que habían adherido con el andar del tiempo al ideario socialista y a otros idearios de izquierda, como el anarquismo o el comunismo, se incorporan al movimiento justicialista. Esta fuerza propone un proyecto nacional, que abarca también la generalización para todos los trabajadores en relación de dependencia -con excepción de lo trabajadores rurales y domésticos- de las más amplias reivindicaciones logradas por el quehacer de los socialistas. Estas grandes capas de la clase trabajadora se incorporan al movimiento justicialista y de allí en más, día a día pareció ensancharse esta brecha entre una concepción global de la Nación y las reivindicaciones sociales por un lado y el reclamo de las libertades democráticas por el otro, que personalizaron los socialistas. La generación fundacional del PSP llega a la juventud viendo transitar por una vereda las ideas socialistas y por otra vereda al grueso de la clase trabajadora. Para superar esa situación elabora la posibilidad de tener un proyecto nacional desde el socialismo, abarcativo de los intereses y de las aspiraciones de la amplia mayoría de los argentinos.
Esta misma realidad había creado ya con anterioridad una profunda división en el viejo PS que se había constituido en 1896. El fenómeno peronista determinaba diversas interpretaciones frente al mismo y también diversas tácticas frente a él, lógicamente ninguna de apoyo pero sí muy diferenciadas en cuanto al contenido. Este cuerpo de disidencias que se venía generando, al cual se le venían agregando también, como siempre, elementos de fondo, coyunturales, personales, hizo su explosión en el Congreso que se celebra en Rosario en 1958, que da lugar a la existencia de dos agrupaciones socialistas: el Socialismo Democrático y el Socialismo Argentino, contando este último entre sus referentes a Palacios, Alicia Moreau de Justo, y los primeros, Nicolás Repetto, Américo Ghioldi. Esta división que también se profundiza en base a las diversas valoraciones que hacen ambas fuerzas frente a la revolución cubana del 60, debilita profundamente a esta fuerza política y posibilita que el sector más antiperonista en la conducción del socialismo democrático expresara a su aversión al régimen de Isabel Perón, adhiriendo inexplicablemente al proceso militar de 1976. Pocos años antes se había creado el PSP como resultado de una fusión entre el Socialismo Argentino, el Movimiento de Acción Popular Argentino, el grupo Evolución y Militancia Popular, con las inquietudes y los objetivos que habíamos señalado.

¿Qué objetivos reivindica el PSP?

Enlazar dos cuestiones que han sido analizadas reiteradamente desde la aparición del socialismo científico. Enlazar lo que se ha denominado en el campo de la teoría, la cuestión nacional con la cuestión social. Tomando la referencia más cercana en el tiempo y en la geografía con José Carlos Mariátegui, en base a la importancia que tenía el concepto nación, en los países de la periferia como la América Latina que sufría, la dependencia de los centros coloniales o imperiales. En consecuencia, el concepto “nación” expresado como soberanía e independencia nacional, como liberación nacional como se lo fue denominando con posterioridad, tenía un innegable contenido revolucionario en nuestra latitudes y se había llegado a asumir que en las naciones dependientes o coloniales, o colonizadas mejor dicho, no es dable la existencia ni de la justicia social, ni de la salud, ni de la educación para los sectores sociales más necesitados, para los trabajadores, para los campesinos. En consecuencia, el camino pasaba por entrelazar la cuestión de la independencia nacional y la cuestión de la justicia social.
Este fue todo el derrotero, la reivindicación de las fechas nacionales, de las comidas nacionales, de la música nacional. Quizás parezca simple, quizás parezcan aspectos anecdóticos desprovistos de raíces, pero el respaldo que ha recibido de parte de gran cantidad de jóvenes demuestra que aunque sea en forma primaria, es una respuesta que se da a esa gran crisis de identidad que sufría el país y que hoy se ha agravado aún más.

Balance de 25 años del PSP

Se avanzó ciertamente en la dirección fijada en su construcción. Por ejemplo, el partido tuvo un desarrollo geográfico de alcance nacional, cosa que es innegable, y en los principales distritos, tuvo significativo desarrollo, particularmente, en la provincia de Santa Fe, donde en tres oportunidades consecutivas obtuvo la intendencia de la Ciudad de Rosario. Para el partido significó la necesidad de fusionar una vez más lo que se dice, lo que se postula, con la realidad. La administración y el gobierno de una ciudad de más de un millón de habitantes tiene problemas muy concretos a los cuales es necesario abordar, y es necesario abordarlos con una dosis de principios socialistas dentro de una realidad que nosotros integramos pero que no determinamos, porque siempre nos ha tocado con un gobierno provincial y un gobierno nacional representativo de un régimen con un contenido programático neoliberal y retrógrado que todos conocemos. Entonces realmente sobreexistir y mantener la comunicación con la gente es una tarea ímproba que podemos decir la hemos desarrollado en forma satisfactoria, sin que esto signifique la inexistencia de errores, ni que esto signifique que no se pueda hacer de mejor forma. Pero el saldo ha sido indudablemente positivo. Por otra parte se ha mantenido una existencia importante en el seno de la juventud universitaria. Después de esta asunción de realidades, tanto en estos gobiernos ejecutivos, como en los parlamentos nacionales, y en algunas provincias, que demandó energías y sacrificios en importantes concejos y cuerpos deliberativos, como el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires, después de esto, habiendo asimilado esta nueva realidad, podemos decir que vivimos en el partido una nueva marcha hacia la organización y capacitación.
Tuvimos en estos 25 años experiencias de diversos tipos, de cosas muy agradables y muy desagradables, pero siempre ratificando nuestra confianza en dos bases insustituibles para la concreción de una realidad: la moral o la ética y la capacidad.
En un mundo donde cada día es un lugar más común el determinar que el futuro de los países, de las naciones y las regiones depende de la capacidad, del desarrollo científico y tecnológico, resulta absolutamente incoherente pensar que un partido puede ir adelante como herramienta constructora de un cambio positivo, sin tener un eje central de su quehacer en la capacitación. Si los países sin capacitación y sin acumulación de conocimiento tienen perspectivas muy difíciles e inciertas, las mismas reglas caben para el partido.

¿Aciertos y errores?

La época de los aciertos y mayor avance está determinada cuando existe una mayor unificación de la posición, cuando existe la mayor coincidencia de una interpretación del país. Una multiplicación de coyunturales locales, exigiría una multiplicación acorde de energías para dedicarles a las coyunturas locales y a la cosa nacional. Como esta multiplicación de energía no se ha hecho muchas veces, se han vivido etapas de dispersión de la decisión política, y a veces la tendencia de mirar el panorama nacional, el aspecto central de una cuestión, en base a cómo miramos una cuestión regional, parcial o aspectos secundarios de la cuestión. Y si no se canaliza un participación orgánica, periódica y responsable de todas las regiones y de todos los frentes de toda la problemática nacional, evidentemente el avance de la organización se frena y sus características de propuestas se esfuman, porque hay una gran parte de los integrantes que están sobreponiendo una visión parcial a la nacional. Esto no quiere negar la existencia de visiones parciales, lo que pasa es que tenemos que acondicionar las visiones parciales a una visión principal.
De lo contrario nos quedamos sin visión conceptual global de la nación, lo que le sucede a las fuerzas políticas tradicionales, y que ha sido en el pasado nuestro distingo, este distingo lo perdemos en la medida que tampoco jerarquizamos la discusión central de una actitud frente a la realidad de nuestro país, frente a los aspectos parciales, regionales o lugareños.
Es una realidad que está viva ahora, yo no diría que hoy esté primando, yo creo que hay un gran esfuerzo de los integrantes del partido para que vuelva a primar lo central, pero hoy están conviviendo las dos realidades.

¿Cómo definirías lo central hoy?

Lo central hoy para nosotros es la derrota política del modelo; es un régimen falaz y descreído que ha montado un modelo que es no solamente -lo cual ya sería suficiente- inmoral, sino que es un modelo que indefectiblemente produce disociación, marginalidad, que está lanzando a miles de jóvenes a la prostitución, a miles de jóvenes a la violencia, a miles de familias a la desintegración y a una sociedad hacia el narcotráfico, hacia la droga.
Este modelo es incompatible con la vigencia de un estado de derecho, con la vigencia de las garantías individuales que fija la Constitución para todos los habitantes, este modelo debe ser derrotado electoralmente, políticamente, antes de que se afiance más, antes de que se desarrolle más.
Entonces la propuesta del partido va en ese sentido cuando sigue planteando una necesaria alianza nacional contra el modelo. Si esto no sucede, el partido seguirá peleando por la concertación, por la suma, como lo hizo siempre históricamente, planteando bajo la dictadura militar el frente del pueblo, alianza con las mayorías nacionales, como planteamos ahora la alianza de oposición al modelo que pueden integrar justicialistas que hayan rechazado el modelo, que renieguen de este modelo inmoral, como radicales que rechacen la concepción de que el radicalismo sea la garantía de la gobernabilidad por parte del modelo. Seguiremos luchando por esa comprensión, por esa suma, que será cada vez más difícil, cada vez más compleja pero no por ello dejará de ser el único camino apto para derrotar políticamente al modelo.
¿Por qué el socialismo? La razón de ser del socialismo es la sensibilidad ante la injusticia que produce y multiplica un sistema. Entonces los hombres piensan en la construcción de otro sistema, de otro modelo que produzca menor cantidad de injusticia o injusticias no tan grandes si pensamos que es muy difícil llegar a una sociedad absolutamente perfecta. Y esto es una cuestión de vocación, de sensibilidad, hay gente, mujeres y hombres, jóvenes, viejos que creen necesario trabajar para el advenimiento de un tiempo diferente, un tiempo mejor; otros creen que lo que hay es lo mejor posible, por lo tanto hay que vivir con tranquilidad el presente, sin intranquilizarse por la construcción de un futuro diferente para nuestros hijos. Hay quienes tenemos una lectura diferente de lo que va a pasar en el futuro si esto no se cambia, que va a ser una Colombia argentina, con un tremendo desarrollo del narcotráfico, y con una tremenda inseguridad que es la inexistencia de la ley y la justicia para gran parte de la población y en grandes espacios territoriales.
Entonces, si tenemos esta visión de la realidad y a la vez una vocación socialista en la construcción de un mundo menos injusto, más solidario, evidentemente tenemos sobrados motivos para militar en el socialismo popular.
El caso Cabezas; la destrucción de las pruebas, que es la reiteración agigantada del caso María Soledad de Catamarca, el caso Yabrán, más de 100 diputados escuchando a un empresario sospechado de mafioso, son espectáculos que no condicen con una sociedad organizada institucionalmente desde el punto de vista republicano y democrático.
Pero siempre nos asalta una duda: los descubrimientos de las diversas autorías y protagonismos en el asesinato de Cabezas que se hacen con una participación constante del gobierno de la provincia, este supuesto avance de las investigaciones ¿se hubiese producido en un año electoral donde no estuviese en suerte el futuro electoral del gobierno de la provincia?. Entonces, esto pone de relieve el nivel y la profundidad, en cantidad y calidad, de la degradación que impulsa y desarrolla el modelo día a día en nuestro país.
Creo que lo importante es pelear, capacitarse, que es lo que le da un sentido a la vida. Nosotros tenemos un gran ejemplo que fue la vida de Alicia Moreau de Justo. Una vida plena de sentido y plena de trascendencia, porque en cada momento le dedicó a lo que era más importante en ese momento. No llegó desde comienzos de siglo hasta ahora, luchando contra el alcoholismo y el tabaquismo. Lo hizo en una época donde el alcoholismo realmente producía estragos en el seno de la clase trabajadora; en otra época trabajó para las costureras; en otra época, bajo la dictadura genocida, trabajó por los derechos humanos, después trabajó por la unidad del socialismo. En fin, siempre jerarquizó correctamente qué era lo más importante de cada tiempo y esto a una vida le da raíces en la realidad, permite que esa vida florezca y dé frutos. En ese momento yo creo que muchas existencias al margen de lo que pasa, no asumiendo el protagonismo en el combate contra el mal y en la construcción de una alternativa mejor, lo que hacen significativamente, sino que sumergen su existencia en la intrascendencia, en la cosa banal, en los valores del consumismo que llevan a su total desnaturalización, porque la inmensa mayoría no puede alcanzar los altos costos del consumismo, entonces se precipitan a las sensaciones primarias de la droga, de la violencia, de la patología de lo erótico. Ello culmina en la multiplicación de los males sociales contemporáneos, como el Sida, la drogadicción, la delincuencia juvenil, que demandarán décadas para ser subsanadas y superadas; entonces cada día que dure este modelo promotor de esta bomba neurótica en esta sociedad, son muchos meses, quizás años de trabajo, para volver a retrotraernos y superar esos efectos. Si tenemos responsabilidad por nuestra juventud, por nuestros hijos, no la agotamos con hacerlos vacunar o con que hagan los deberes, sino en luchar por una sociedad diferente.

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