lunes, 4 de febrero de 2013

Consumo y narcotráfico: deshojando la margarita

Argentina  se debe un debate serio sobre el consumo de estupefacientes, las adicciones, y la proliferación del narcotráfico como consecuencia de una inexistente política pública en la materia.

Desde hace meses venimos advirtiendo, desde el Grupo de Despenalización de la Juventud Socialista de Santa Fe, que es necesario poner -sin tapujos- arriba de la mesa esta discusión. Los niveles de consumo de drogas en Argentina se han multiplicado, y  no se advierten políticas de salud, educativas, ni de prevención, apropiadas. Tampoco  la presencia de un Estado que se haga cargo de este problema. Esto favorece la producción ilegal, y la proliferación del crimen organizado alrededor de este negocio, en algunos casos con anuencia implícita de fuerzas de seguridad, y en los peores en connivencia con ellas, lo cual agrava aún más la situación.

Celebramos que el Gobernador de Santa Fe, el compañero Antonio Bonfatti, haya blanqueado la necesidad de buscar consensos en torno a la despenalización, y hasta la legalización de algunos estupefacientes blandos (http://www.lacapital.com.ar/politica/Bonfatti-de-acuerdo-con-iniciar-el-debate-para-legalizar-alguna-droga-blanda-20130201-0034.html). Hoy Uruguay nos muestra un camino en este mismo sentido, optando por debatir abiertamente la legalización del cannabis, no solo atendiendo a una cuestión conceptual de ampliación de libertades y descompresión del “menudeo”, abocando la lucha del Estado contra el Narcotráfico, sino que también apunta a reconocer las propiedades y diferentes usos medicinales que la misma puede tener.

Este es el planteo que venimos instalando desde hace tiempo, tras corroborar las consecuencias nefastas que acarreó la aplicación de una norma injusta, que incluso ha sido declarada inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia de la Nación: Ley Nacional Nº 23.737. Esta, tras 24 años de aplicación ininterrumpida, ha dado claras muestras de su ineficacia, provocando un desastre estadístico que arroja un número aproximado a 200.000 detenciones (unas 8000 por año), en su gran mayoría jóvenes con cantidades ínfimas, a quienes se les inicia una causa judicial y son introducidos en el sistema procesal penal, y el arresto de prácticamente ningún narcotraficante de importancia. El paradigma represivo, centrado en la persecución de los consumidores -verdaderas víctimas y último eslabón de la cadena-  fracasó, y no logró desarticular el mercado negro de drogas.

¡Claramente algo está fallando! Y la indefinición de una política pública clara que pueda diferenciar el consumo por un lado y el narcotráfico por otro, complica aún más las cosas, confunde los paradigmas, e impide la búsqueda de soluciones y la generación de ideas alternativas.

Nuestro país necesita urgentemente que se apruebe la Despenalización para consumo Personal; una Ley de Prevención y Atención de las Adicciones; Políticas educativas, y de acceso a la información, que apunten a la prevención; un Programan Nacional de Salud para la atención Integral de Usuarios (con tratamiento ambulatorios, y en consonancia con la Ley de Salud Mental); Discutir estrategias de reducción de daños. Entendemos que todo esto no puede llevarse adelante sin la participación de la sociedad en general  y las organizaciones que trabajan la materia, para el diseño de estas políticas públicas.

Por otra parte, todos los recursos que hoy la Justicia y las Fuerzas de Seguridad destinan a un pseudo-abordaje en la materia, que es el que propone la Ley 23.737, debieran abocarse al combate del narcotráfico. Verdadero flagelo, que requiere indubitablemente de una política de Estado clara, la coordinación de los tres niveles de Gobierno (Nación, Provincias y Municipios) y una voluntad política real de dar una batalla sin trincheras.

Creemos que las organizaciones políticas también tenemos un rol fundamental en este debate. Desde el Partido Socialista, y desde el FAP (Frente Amplio Progresista), se viene planteando alternativas y presentado proyectos propios sobre la materia en el Parlamento, porque estamos convencidos que esta discusión debe ampliarse a todo el arco político.

Diferenciar el consumo del narcotráfico es el punto esencial para comenzar a dialogar. La educación y la información son herramientas necesarias para el debate,  y las fuerzas políticas debemos estar a la altura histórica de las circunstancias.


Grupo de Despenalización de la Juventud Socialista
Santa Fe - Argentina

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Facebook: /despenalizacionyasantafe
Mail: despenalizacionya.ja@gmail.com

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