lunes, 29 de abril de 2013

Documento por la Memoria, Inundación 2003 - Proyecto Participación Activa

Pasaron 10 años del 29 de abril de 2003. Fue ese fin de semana lluvioso que empezamos a escuchar –siempre por rumores–, que el agua se venía. Y entonces subimos algunas cosas a una mesa o a una silla, cargamos bolsas de arena, compramos velas por si se cortaba la luz. Ninguno de nosotros esperaba realmente que el Salado tape casas, patios, calles, vidas, recuerdos. Ninguno de nosotros supo adónde ir, adónde llevar a los más chicos. La mayoría se dio cuenta del desastre con el agua en la cintura. Y ocupamos las escuelas, los clubes, las casas a las que el agua no había llegado. Deambulamos semanas esperando a que el Salado baje. No teníamos nada, no éramos nada, y nos llamábamos los inundados.

Faltaron entonces los gobernantes, aunque alguien escuchó al Lole el 29 de abril en la radio diciendo que el agua no llegaba a Centenario. Otros lo vieron en el Hospital de Niños, cuando la inundación era inevitable. Quizás en ese momento pensó en las obras que estaban sin terminar, en que no ordenó la evacuación antes de que los vecinos tuvieran que salir en canoa de sus casas. Nosotros sí podemos inflar el pecho y decirlo con todas las letras: a nosotros nadie nos avisó.

Por eso, diez años después, decimos “que no nos inunde el olvido”. Porque las imágenes de entonces no van a borrarse. Pero es necesario que tampoco olvidemos quiénes fueron los responsables, por qué pasó lo que pasó, qué obra no se terminó, quién tenía que avisarnos y no lo hizo.

A diez años, sólo nos queda movilizarnos para exigir justicia. Aunque el tiempo ya pasó, y a duras penas nos reconstruimos, debemos unirnos en un reclamo que le haga frente a la impunidad. Tenemos que hacer sentir nuestras voces: decir que muchos de nosotros arrastramos enfermedades, aún tenemos pesadillas, no pudimos recuperar nunca aquella foto, los libros, las cartas. Lo que éramos antes del 29 de abril de 2003. Que los muertos no son 23, como les contaron a los medios, sino 158 vidas que se llevó la tragedia. Que tuvimos la fuerza suficiente para pederlo todo y volver a empezar, seguir adelante.

Decidimos hacer un mural porque es una forma de dejar un sello, de decir que Barranquitas tiene memoria, que hace 10 años nos olvidaron pero nosotros elegimos recordar. Pintamos en la calle el testimonio de lo que vivimos, pero también de las luchas que comenzaron en 2003. Y tiene la gracia de que lo hacemos entre muchos, que cada uno pone ahí un poquito de su esfuerzo, ayuda al de al lado, se pone de acuerdo. Hoy tendríamos que inaugurarlo pero la lluvia nos frenó. Están invitados a proseguirlo. Y mañana 29, a las 18 hs, todos a la plaza a decir Barranquitas Presente.

Porque depende de nosotros que la justicia nos de una respuesta, depende de nosotros movilizarnos para que esto no vuelva a pasar.


PROYECTO PARTICIPACIÓN ACTIVA
PatasArriba - Cooperativa Cultural



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